En este momento
histórico, resulta imprescindible la convergencia de los partidos y de las
fuerzas sociales que pretenden arrebatar democráticamente el poder a quienes
hasta ahora han gobernado a favor de la oligarquía financiera y empresarial.
Los millones de parados,
de jóvenes emigrantes, de desahuciados de sus viviendas, de niños desnutridos,
de estafados por las preferentes, de dependientes desamparados, de arruinados
por la ambición desmedida de los depredadores, de jóvenes sin futuro, de
humillados o de excluidos por el sistema, no se merecen que quienes aspiran a
representarlos consientan que los neoliberales o socialdemócratas gobiernen de
nuevo.
El objetivo de GANEMOS y
de PODEMOS es precisamente impedirlo, ganar las elecciones del próximo mayo y
llegar a los ayuntamientos, a las diputaciones y a los parlamentos regionales,
y hacerlo con una mayoría suficiente que les permita legislar para acabar con
la corrupción, reducir las desigualdades y profundizar en la democracia
Actualmente, los vientos
de la historia parecen favorables por la recuperación de la vitalidad de las
asociaciones y los movimientos ciudadanos; por la ilusión que genera en la ciudadanía
la posibilidad de empoderamiento; por el debilitamiento de los partidos que
configuran el bipartidismo, desprestigiados, cuando no carcomidos, por la
corrupción, y por las crecientes expectativas de voto de las formaciones
políticas emergentes.
Por todo ello, se ha de evitar,
de una vez por todas, la división de las fuerzas progresistas que han de
alimentar el amplio movimiento ciudadano que ponga en marcha todo el proceso de
transformación; y superar los enfrentamientos por la salvaguardia de supuestas
ortodoxias, o las disputas personales por pírricos liderazgos o por los
primeros puestos en las candidaturas. No caigamos una vez más en el error
secular de las fuerzas progresistas y de la izquierda real en nuestro país: la
desunión.
Así pues, si hoy se
perdiera esta oportunidad histórica de transformar nuestro país, quienes por
acción u omisión no lo impidieran contraerían con la ciudadanía y con la historia
una responsabilidad imperdonable. La ciudadanía española ha padecido en demasiadas
ocasiones este mal: ver sus necesidades e intereses arrumbados y contemplar, al
mismo tiempo, la satisfacción de los líderes políticos, sociales o sindicales,
unas veces, por haber mantenido incólume la ortodoxia doctrinaria o partidaria,
y, otras, por haber salido victoriosos en la «pelea de gallos», a costa de la
explotación y el sojuzgamiento de la ciudadanía.
En consecuencia, creemos
que es el momento de la flexibilidad, del entendimiento y, sobre todo, de la
generosidad, y de pensar que es prioritario abordar con éxito la difícil situación
de la gran mayoría de la población, para lo cual, repetimos, hay que ganar las
elecciones del próximo año mediante la convergencia necesaria de las fuerzas
progresistas, representadas hoy fundamentalmente en PODEMOS y en GANEMOS.
Joaquín Copeiro
Mariano Morales
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